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Publicada en Tabula Rasa. Revista de Humanidades, Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, No. 6, enero-junio de 2007, pp. 19-52
Voy a hablar de cómo es mi trabajo en etnografía. Parto de
un conjunto de principios teóricos, la mayor parte de los cuales proviene del
marxismo. El primero de estos principios es que el conocimiento, la ciencia, la
investigación, no son fines en sí mismos, sino que son medios, son
instrumentos... y son instrumentos, como dice Marx, para transformar el mundo.
Me supongo habrán leído que eso establece una pequeña diferencia con
Malinowski. El segundo criterio es que, en lo fundamental, a lo largo de la
historia, o de su historia, la etnografía ha servido para la dominación, la
explotación de los pueblos y, para el caso nuestro, en lo esencial, de los
indios; aunque a raíz de la constitución del 91 los negros comenzaron a pedir
que la antropología sirviera también para dominarlos y explotarlos a ellos, y
se quejaron porque no había sido así... Leonardo, por supuesto, está poniendo
su granito de arena en un campo en el cual hay poco trabajo.
Sobre esa base hay otro criterio y es que la etnografía debe
dejar de ser un instrumento de esos dominadores y explotadores y convertirse en
un instrumento de los dominados y los explotados en su lucha contra esa
dominación y esa explotación y, en el caso concreto que me corresponde, las que
hay sobre los indios.
Otro elemento es la concepción de que existe una estrecha e
indisoluble, relación entre teoría, metodología y técnicas de investigación,
pero, además que existe también una relación, una determinación entre estos
tres aspectos y el “para qué” del trabajo etnográfico; es decir, que teorías,
metodologías y técnicas están en función de para qué se quiere usar ese
conocimiento, para qué se quiere emplear ese trabajo.
Exagerando un poco, matizando esa afirmación, —para que
dentro de quince años alguno de ustedes no vaya a venir, como vino ayer un
antiguo estudiante a decirme que yo le había dicho que la antropología no
servía para nada—, teniendo en cuenta que es una exageración, eso quiere decir
que las teorías, las metodologías y las técnicas desarrolladas por la
antropología a lo largo de su historia sirven para dominar a los indios, pero
no sirve para que los indios luchen para romper esa dominación, y repito que es
una polarización, porque sí tienen cierta utilidad, entre ellas una
fundamental: sirven de marco de referencia para saber cómo es que no hay que
trabajar; eso ya es una gran utilidad porque no va uno completamente a ciegas.
Otro criterio, también proveniente de la concepción
marxista, es que la teoría y la práctica deben estar indisolublemente unidas [...]
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